domingo, 20 de marzo de 2011

Fragmento:"El Manuscrito Carmesí" - Antonio Gala

Nada hay más sencillo que posser un cuerpo, y nada tan complicado como poseer un alma: un alma que ni siquiera se niega a ser poseída, si no que simplemente está mirando hacia otro parte, o no mirando nada. El enamorado es igual que un faquir de los que vienen desde la India a exhibir sus artes en el zoco: se acuestan sobre clavos, devoran fuego se traspasan con espadas puntiagudas y, en apariencia, continúan ilesos. Yo continuaba en apariencia ileso, pero me hallaba moribundo.

"Maravíllate del que siente que le arden las entrañas,
y se queja de sed, teniendo el agua fresca en la garganta".

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