lunes, 29 de septiembre de 2008

La coyuntura de esta crisis.


Hacía ya tiempo que no escribía nada nuevo, pero esta ocasión lo merece. Han cambiado ciertas cosas en mi vida, y es que llegó el momento de empezar a volar, pues vine a una preciosa ciudad que es Sevilla a estudiar. Pero además, comienza a estar presente un hecho que aún me cuesta asimilar...y es el se suspender. Hoy, por segunda vez, suspendí el examen práctico del coche, con el consecuente desánimo y dolor en un riñón que suponen los 350 euros que, entre renovación de expediente, 4 clases obligatorias y derecho de examen, me cuesta volverme a presentar. Mafia aparte la de la DGT y las autoescuelas, también conocí hoy la situación de compañero de autoescula, un trabajador de la construción.

Es sabido que el sector de la construcción no pasa por su mejor momento, también es sabido que el paro es creciente, pero lo que quizás no es sabido, es que algunos empresarios aprovechan la situación para practicar la explotación. Este compañero, tiene un contrato hasta fin de obra y con una nómina de 1400 euros. Un sueldo razonable, si se cobra íntegro. Pero no es el caso. Tanto él como compañeros suyos, están en la situación de que en vez de cobrar los 1400 euros, cobran 700 euros porque así lo dicta el señor. Y no sólo eso, sino que trabajan de ocho a de la mañana a 7 de la tarde, unas 10 horas parando para comer(mala y fría), y además no disponen de vacaciones pagadas. Esto es explotación en toda regla y, al menos, fuera de lo legal. Pero la justicia no da señales de vida. Estos trabajadores son conscientes de que casi tienen que dar gracias por tener un empleo (aunque no sea digno), y por ello no se atreven a denunciarlo, pues temen peredr su puesto( y algunos tienen familias e hipotecas...). Es muy fuerte y rastrero que alguien se aproveche de esta situación para sacar tajada, sin que los sindicatos no hagan nada.

Es posible, que en general no se hayan valorado los derechos y el grado de bienestar adquiridos y se haya querido vivir un nivel por encima de la posibilidades, y por debajo de las preocupaciones ( el "viva la vida") . Y ahora parece que el castillo de naipes se empieza a desmoronar. No obstante, la economía puede decaer, pero lo que no se puede permitir es que la explotación sea un hecho en nuestro país. Sería una gran derrota después de siglo y medio de lucha. No a la perdida de derechos.