Te imagino entre mis brazos,
danzando enfrente del mar,
que a ritmo constante se deja llevar,
de Cai a Portugal,
La luna llena mira ao castelo,
blanca como la niña,
blanca como el palmar.
Dibuja la senda que algún día
hemos de volver a pisar.
Déjame que te toque,
déjame verte mirar
vuelve un ratito, sólo un ratito más.