martes, 25 de marzo de 2008

frases - Javier Sádaba

"nada más falto de sentido común que acariciar la serpiente que nos muerde, hasta que nos devora el corazón"

frases - Javier Sádaba (2)

"lo bello siempre será simple; ante tanta ignorancia vestida de arrogancia"

frases - Javier Sádaba (3)

"la información que le sirven al ciudadano medio, la que le sirven junto al desayuno o en la sobremesa somnolienta, le corrompe con la peor de las corrupciones, con la de la mediocridad"

frases - Gracían(jesuita)

"si en las cartas la mejor treta es saberse descartar, la regla de oro de la vida es saberse apartar"

lunes, 24 de marzo de 2008

¡¿Por qué se coge lo que no es de uno?!


Era jueves o viernes santo de madrugada, como prefieran, porque a eso de las 7 y media de la mañana después de estar dando vueltas toda la noche, uno ya no sabe si es hoy, ayer o mañana. Había estado previamente una media hora en cola para comprar churros calentitos, que buena falta le hacían al cuerpo, cuando mi acompañante "desertora" y yo nos sentamos en una mesa del segundo piso de "La vega" con la maravillosa vista de un tal Daniel Postigo tomándose un café. El camarero nos sirvió dos zumos de naranja por tan sólo cinco euros, cuando dijo que no costaban más de dos euros cada uno... pero al menos eran naturales. La vuelta del billete de diez la guarde en la cartera, y ésta la deje encima de la mesa(porque me molestaba en los bolsillos), lección que espero haber aprendido: no se puede dejar una cartera encima de la mesa.

Terminamos nuestros sabrosos churros entre tímidos bostezos, y como es lógico, nos entraron ganas de ir al cuarto de baño. La cuestión es que cuando salimos, me acorde que había dejado la cartera en la mesa, la cual estaba en frente del cuarto de baño. Pero claro, en hora punta, no dura mucho una mesa libre en "La vega", y dos señores canis con sus respectivas novias tártaras, ya habían cogido sitio en la mesa de mí cartera. Les pregunto: ¿habéis visto una cartera aquí encima de la mesa? y responden : no, acabamos de llegar; y se quedan ímpavidos. Yo pienso: claro que acabais de llegar...por eso os lo pregunto....canis(= poco inteligentes)...pero no lo digo por si acaso.... Trato de serenarme, les explico la situación: yo estaba en esta mesa, me he dejado una cartera ahí encima de la mesa, ¿la habéis visto(= cogido, mamones)? En esto que pasa un camarero, sin muchas ganas de bronca, y me pregunta que qué ocurre. Se lo vuelvo a explicar. El camarero mira debajo de la mesa ( ¡que estaba encima!) y dice : aquí no hay nada (pos claro, si la tienen bien guardada..); y se va. Gran servicio el del bar, me timan con los zumos y no defienden el hurto. En fin, antes de irme, para ver si al menos eran considerados,(nunca se sabe) les digo que se queden con el dinero si quieren, pero que me den mis documentos por favor. Pero que va, no me hicieron el favor, ellos acababan de llegar.

Esto de coger cosas de los demás, parece que no es algo fuera de lo habitual. Y mira, si sólo fueran carteras que tienen 5 euros dentro... El problema es que se llega a un continente nuevo descubierto y se cogen esclavos, se les quita su tierra a los nativos, se les roba sus recursos, ya sean diamantes, oro o petróleo. Otros como los fascistas o los imperialistas se apropian de otros países, porque claro, ellos necesitan expandirse, son la mejor raza. Si nos conformáramos con lo nuestro y no fuésemos tan listos de aprovecharnos de los débiles, quizás viviríamos mejor y más tranquilos. Pero de momento, yo tengo que ir a hacerme todos los documentos nuevos, con lo ágiles que son los trámites en este país, y lo que es peor, la culpa de que se coja una cartera no es del que la roba, sino del propietario de la cartera que la deja en cima de la mesa, o la culpa del robo de una bici, no es del que la roba, sino del que la deja sin candado o sin la debida "protección". Mientras que el problema sea no protegerse lo suficiente, así estaremos, cada vez con más bombas nucleares en existencia, y con el derecho a tenerlas por encima de todos el único que la ha usado, Estados Unidos.

viernes, 14 de marzo de 2008

Puedo cerrar los ojos, pero no mi corazon

Boungiorno!
Ya estamos de vuelta del viaje a Italia. Roma es increíble. En cada esquina hay algo que observar y admirar, lo que no es romano, es renacentista y sino barroco, impresionante. Estando Roma, ¿para qué hacen sitios como Terra Mítica?, si ya es un parque temático en sí. No ví mas densidad de iglesias y esculturas en mi vida. Después de lo visto, difícil que me impresione algo.



Lo que sí es cierto es que está todo un poco manga por hombro. La mayoría de los edificios están muy sucios y hay mucho cutrerio. Además los italianos son bastante piratas, te están intentando timar continuamente. No ha habido comida en la que no me la clavaran( lo peor un chino, 77 euros por cinco personas....)


Pero como en todas las grandes ciudades, donde hay mucha riqueza, hay también pobreza. Mendigos hay en muchas ciudades, en Jerez mismo los hay, aunque la mayoría son borrachos y drogadictos. Sin embargo en Roma ví gran cantidad de mendigos como los describía Galdós en "Misericordia". Sucios, con harapos, pañuelos en la cabeza, y una taza donde piden que se le hechen monenas agitandola al paso de las personas, la mayoría turistas. Eso los sanos, otros tirados en el suelo, con inflamaciones, etc... Además, era curioso los grupos de inmigrantes, porque cada uno según su origen vendían distintos productos, tales como globos llenos de harina, trípodes, redondeles que salían volando, o algunos asiáticos, supongo que chinos, que hacían láminas con el nombre de aquel turista que lo pidiese. Parecían grupos organizados al de estilo de la Sevilla de Cervantes. Al principio era bastante agobiante, uno tras otro se te acercaba vendiendo su artilugio "made in china". Especialmente impactante fue cuando estando en una plaza de florencia, un compañero le pide a uno de estos asiáticos que le hiciera una lámina con su nombre, y en menos de un minuto nos vimos rodeados el grupo por unos 6 ó 7 puestos de estos mismos asiáticos ofreciendonos estas láminas a tempera por solo un euro. Era agbiante, sí, pero sólo era necesario mirar sus caras para ver que no lo hacían por gusto. Más adelante , mientras esperábamos al autobús que nos llevaría a Roma se cruzó otro asíatico con dichas láminas. Esta vez fue el alumno el que se acercó al puesto ambulante. Pero cuando terminó su trabajo, el alumno no estaba conforme. Decía que el 2008 no estaba suficientemente artístico, y que no le pagaba. El hombre no entendía lo que quería y repasaba cualquier cosa pare ver si el alunmo aceptaba. Pero este no cedía, no le gustaba el 2008, y mientras se lo indicaba, él y sus amigos se burlaban del hombre y le decían que tenía que practicar más. El hombre no sabía ya qué hacer. En su rostro se veía cada vez más la desesperación. Tanta denigración por un misero euro. ¿Quién era ese niñito que lo tuvo todo en la vida, que sus padres le pagan un viaje turístico a Italia, para decirle a un señor que se encontraba allí por pura supervivencia?. Teniendo que aguantar las denigraciones de los intolerantes, el frío, la lluvia, un país desconocido, varias lenguas que no son las suyas, y todo para conseguir algo que comer y ropa que ponerse. Me pudo esta situación, me entraron ganas hasta de llorar. ¿Cómo se puede ser tan incomprensivo?¿Cómo se puede tratar a la gente como si fueran miseras ratas?¿No te das cuenta que tu familia sufrió lo mismo en el pasado, y que tú lo puedes sufrir en el presente?
El autobús llegó, nosotros nos fuimos, pero el hombre quedó abajo, con su euro, sin honor, bajo la lluvia, y fumandose un cigarro con la mirada perdida, perdida en un futuro no menos incierto.