sábado, 26 de marzo de 2011

Él aún no perdió la esperanza




Se acerca Abril, en Sevilla. Entre las hojas verdes perennes de los naranjos que separan el bullicio de la ronda, del intramuro almohade, comienzan a salir los pétalos del azahar. Con el regreso del Sol radiante en un cielo desprovisto de algodones, el paseo cotidiano a la escuela bajo su perfume es uno de los placeres que más echaré en falta.

Esta noche salí a buscarte, seguí tu rutina de sudor febril, sin llegar a hallarte. De vuelta añoré la compañía que una semana atras sí disfrute al paso de la Campana, dónde dos misterios ensayaban su entrada triunfal en la carrera oficial. Descansé junto a una farola, observando como esos hermanos danzaban al son de un casette, mientras un grupo perplejo de franceses se preguntaban qué coño era aquello. Cuando vean los capirotes se asustarán un poquito más….

Doblando ya la esquina, pasé haciendo el menor ruido posible junto al señor que ahora duerme bajo el balcón. El mismo que anteayer se entretenía con una gameboy, y que esta mañana revisaba su colección de resguardos de quinielas. Él aún no perdió la esperanza.

domingo, 20 de marzo de 2011

Fragmento:"El Manuscrito Carmesí" - Antonio Gala

Nada hay más sencillo que posser un cuerpo, y nada tan complicado como poseer un alma: un alma que ni siquiera se niega a ser poseída, si no que simplemente está mirando hacia otro parte, o no mirando nada. El enamorado es igual que un faquir de los que vienen desde la India a exhibir sus artes en el zoco: se acuestan sobre clavos, devoran fuego se traspasan con espadas puntiagudas y, en apariencia, continúan ilesos. Yo continuaba en apariencia ileso, pero me hallaba moribundo.

"Maravíllate del que siente que le arden las entrañas,
y se queja de sed, teniendo el agua fresca en la garganta".