miércoles, 27 de enero de 2010

Entre dos pasiones

Entre dos pasiones me ví tentado.
La una era tímida; la otra esplendorosa,
de paso firme y seguridad pasmosa.

Ana es elegante,Ana es esbelta,
de piel clara y maneras refinazas.
En Irene, todo es obsceno:
huracán que arrasa allá dónde pasa.
Huracán que arrasa allá dónde pisa.
No entiende de amor,
fuego toda, fuego toda.

Ana, pequeña de cuatro hermanas,
de sutileza más marcada,
juega a seducir.
Irene juega a Diosa,
color de rosa.

Ambas peligrosas,
para bien y para mal.
Te llevan, te atrapan,
te engatusan, te pierden,
te envenenan, te flagelan,
te amargan, te niengan,
como al loco, en la loquera.
para bien y para mal.