La una era tímida; la otra esplendorosa,
de paso firme y seguridad pasmosa.
Ana es elegante,Ana es esbelta,
de piel clara y maneras refinazas.
En Irene, todo es obsceno:
huracán que arrasa allá dónde pasa.
Huracán que arrasa allá dónde pisa.
huracán que arrasa allá dónde pasa.
Huracán que arrasa allá dónde pisa.
No entiende de amor,
fuego toda, fuego toda.
Ana, pequeña de cuatro hermanas,
de sutileza más marcada,
juega a seducir.
Irene juega a Diosa,
Ana, pequeña de cuatro hermanas,
de sutileza más marcada,
juega a seducir.
Irene juega a Diosa,
color de rosa.
Ambas peligrosas,
para bien y para mal.
Te llevan, te atrapan,
te engatusan, te pierden,
te envenenan, te flagelan,
te amargan, te niengan,
como al loco, en la loquera.
para bien y para mal.
2 comentarios:
Voy a hacer el típico comentario blogger-estúpido
pero nunca tan cercano a la realidad:
Qué lindo que te salió:
enhorabuena, poeta.
ahora que sé de este
tu pequeño poema inédito
me arrasan tantos recuerdos viejos:
qué tiempos aquellos
cuando éramos jóvenes
y atormentados
y tan flacos como escépticos
dime:
dónde están
dónde se han ido
tiempos quierido?
o
ningún tiempo pasado
fue mejor?
(dímelo,
me va la vida en ello)
Los tiempo venideros, podran ser mejores.
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